Unos 6.000 evangélicos y católicos colmaron de oraciones, alabanzas y
música el estadio Luna Park de la ciudad de Buenos Aires, Argentina, en
el marco de un encuentro ecuménico para exteriorizar la unidad de los
cristianos. La reunión tuvo lugar el pasado sábado bajo el lema “El
evangelio poder de Dios”.
“Se vivió un clima de una sola Iglesia en Cristo”, destacaron desde
la Comunión Renovada de Evangélicos y Católicos en el Espíritu Santo
(CRECES), a cargo de la organización.En representación de los
evangélicos habló el pastor Carlos Mraida, de la Iglesia del Centro y
uno de los presidentes del Consejo de Pastores de Buenos Aires, quien
abogó porque los cristianos “seamos militantes por la vida,por la
justicia y la equidad” al afirmar que “los cristianos tenemos que hablar
por los que no tienen voz”.
“El Evangelio no se avergüenza ante un sistema que nos dice que la fe ya fue”, enfatizó en medio de aplausos.
RENOVACIÓN Y UNIÓN
El predicador de la Casa Pontificia, padre Raniero Cantalamessa,
habló dos veces ante una tribuna con muchos jóvenes, que respondían a
sus reflexiones con aplausos y gritos. Pastores, obispos y sacerdotes lo
seguían desde las primeras filas del estadio, así como también
funcionarios, entre ellos el director general de Cultos de la ciudad de
Buenos Aires, Alfredo Abriani, quien subió al escenario para leer el
decreto que declara de interés para la Ciudad este encuentro ecuménico.
El padre Cantalamessa aseguró que “si todas las biblias
desaparecieran de la faz de la tierra y quedara solo una línea para
leer, sería: ‘Dios es amor’. Toda la Biblia está ahí”.
Tras explicar que “la verdadera novedad del cristianismo es que se
tiene que vivir bajo la ley del Espíritu Santo, que no es una ley
obligatoria sino que se cumple por atracción”, sostuvo que “la vida
cristiana no se vive por miedo a no cumplir la ley sino por amor, ésta
es la novedad del cristianismo”.
Uno de los momentos culminantes fue cuando Cantalamessa hizo rezar al
estadio Luna Park el Magníficat, cántico que proviene del evangelio
según Lucas y reproduce las palabras que María dirige a Dios en ocasión
de su visita a Isabel, su prima, esposa del sacerdote Zacarías y madre
de Juan el Bautista. “María es la primera pentecostal y carismática de
la Iglesia”, dijo.
RECONOCER A JESÚS
A su turno , también predicó, y fue ovacionado por el estadio, el
arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge
Mario Bergoglio, quien recordó que “Jesús estuvo fundamentalmente en la
calle, caminaba en medio de la gente y pasaba haciendo el bien”.
“Todavía hoy sigue pasando, y no vaya a ser que no lo reconozca. Hoy
le quiero pedir al Señor, tener ese santo miedo de no reconocerlo entre
nosotros”, dijo.
El religioso lamentó que la Iglesia esté “floja en capacidad de
sorpresa y ternura. Son dos atributos que estamos perdiendo y en algunos
casos los perdimos del todo. Estamos atiborrados de huelgas, salideras
bancarias y otras malas noticias. Nos vamos empachando de malas noticias
y nos olvidamos de las buenas”.
El cardenal Bergoglio pidió perdón porque “la Iglesia ha perdido la
ternura” y oró: “Que no nos acostumbremos a ver en la calle a niños
desnutridos, gente abandonada, gente a la que le falta comida y abrigo.
Señor que cada vez que veamos una llaga nos sorprendamos y nos
acerquemos con ternura”.
Para poner en práctica lo predicado, la ofrenda reunida en la ocasión
– unos 73.000 pesos (12.000 euros)- fue destinada a los “hermanos” del
hospital psiquiátrico bonaerense José Tiburcio Borda.
CRECES es una iniciativa de laicos y pastores que comenzó en 2003 y
reúne a cristianos católicos y evangélicos en actitud de oración y
escucha de la palabra de Dios, buscando juntos la unidad del Cuerpo de
Cristo.
Fuentes: AICA
Editado por: Protestante Digital